sábado, 31 de diciembre de 2011

Se hace camino al andar

Desde hace un tiempo salgo a andar, cada día si puedo y/o el tiempo acompaña. Cinco kilómetros como mínimo, la distancia que hay desde casa hasta la roca en el paseo marítimo y vuelta.

Empecé a andar al escasear el trabajo, para mantener una cierta rutina, hacer ejercicio y escampar la boira. No me gusta correr, me canso, las rodillas acaban doliéndome y no consigo centrar mis pensamientos. Me adapto mejor al paso rápido de quasi-legionario y mis pensamientos fluyen más ordenados.

Y ante el azul del mar, el marrón de la arena, el olor del salitre, el viento en la cara y el sol en la espalda agradezco el tiempo de ocio que la crisis me ha regalado. E invariablemente pienso en aquellos que ya no pueden disfrutar de toda esta maravilla e hincho los pulmones y abro los sentidos para disfrutarla por ellos. Y mi andar se convierte en un peregrinaje recordando los momentos vividos y todo lo que me enseñaron. Hasta que llego a la roca, mi especie de santuario, la toco con las manos y agradezco haberlos conocido.

Hoy mi andar ha sido más pausado, he recordado a los que no están, pero especialmente a los que sí están. A los que forman parte de mi vida de una u otra forma: los que han estado siempre, a veces un poco lejos; los que siguen estando no sabemos por cuánto tiempo; y en especial los últimos que han llegado, ‘virtuales’ y reales, que conforman mi mundo más inmediato, de los que sigo aprendiendo y que me siguen maravillando. Y me siento muy feliz de tener(l)os a mi lado.

Hoy cenaré entre amigos y luego espero salir a bailar. Las endorfinas que la música y la buena compañía producen es el mejor modo que conozco para dar la bienvenida al nuevo año.

Físicamente no estaréis todos, pero os tendré en mi pensamiento.

Feliz año!

sábado, 24 de diciembre de 2011

X-Mas Dinner




Hace muchos años, en mi juventud, durante una clase de inglés por estas fechas, hicimos piruetas con el ‘Spanglish’. Este fue mi intento, con el que os deseo lo mejor a todos los que os pasáis por aquí.


In this season of Happiness and Amor
we hope everybody has lo mejor.
All the family gathered together
tries to put aside the problemas forever.
But being so close inevitably brings el roce
and people start arguing until son las doce.
Mum tries to calm us down, Dad goes on desvariando,
the rest of the family eats a la chita callando.
Then at the end of the dinner comes the cava
and with people half drunk los problemas se acaban.


Sed felices…

jueves, 8 de diciembre de 2011

El Barça del futur


Recibí una invitación a media tarde para ir a ver el partido de Champions del Barça del futuro. La noche había sido muy corta con los percusionistas, pero la perspectiva de acudir al campo por primera vez con mis sobrinos hacía olvidar cualquier resaca.

No he sido demasiado futbolera. En mi juventud me tiraba más el baloncesto, pero tenía una rutina sagrada: los sábados por la tarde, después de comer, me preparaba un chupito de melocotón y me pertrechaba en el salón de casa de mis padres para ver el partido de fútbol de la liga inglesa que daban por La 2. Entendía de fútbol prácticamente lo mismo que entiendo ahora, pero la liga española no me interesaba lo más mínimo. En cambio me gustaba el fútbol rápido, fuerte y elegante de los jugadores de la Premier, que además me parecían mucho más guapos y fornidos que los de la Liga. Hasta llegué a reconocer algunas alineaciones…

Ahora soc culé. Desde que Pep se puso al mando que me ha cambiado el chip. Admiro su inteligencia, su señorío y su saber estar (aunque debo reconocer que tanto ‘buenismo’ empieza a resultarme un poco impostado), pero ha logrado que sienta al equipo como mío.

Nunca había visto un partido en directo y lo que más me impresionó es el silencio. Casi sepulcral; roto por los gritos de los jugadores y los chutes al cuero. Acostumbrada a las retransmisiones verborreicas de la TV o la radio, ese silencio me trasladó al silencio reverencial de una imponente catedral gótica antes de un oficio.

Me perdí el primer gol, repartiendo kikos a los niños, disfrutando de su excitación, de sus miradas brillantes, sus ojos abiertos como platos y sus reacciones (‘¡se ha tirado!’ ante una falta a un jugador blaugrana). Pero me desgañité con los goles restantes.

No me importó no ver jugar a las grandes estrellas. Que me perdonen los entendidos, pero desde la segunda gradería y para una miope como yo, no se distinguen las figuritas. Thiago podía haber sido perfectamente Xavi, Bartra Piqué, Montoya Alves o Cuenca Busquets. Y a tenor de las crónicas, podía haber sido perfectamente así.

Siempre podré decir que yo vi debutar a ese Barça.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Across the universe


waves of joy
drifting through my open mind,
possessing and caressing me


Bajo a Barcelona en tren en un atardecer de otoño que tiñe el cielo de tonos pastel, saboreando un fin de semana brutaaaaaal que he disfrutado como una cosaca:

Con ritmos brasileiros
y batalla musical
soltando Uno al viento;
con pasacalle mestizo;
con esqueletos de Tyrannosaurus echando fuego,
persiguiendo dragones reciclados
y princesas enamoradas;
following the leader a grito pelado;
con uves imposibles, músculos magullados
y el bajo vientre amoratado;
con la magia de los fuegos artificiales
en una noche estrellada;
con colles hermanadas
en un Matador conjunto improvisado;
con cervecita, pa amb tomàquet y embutidos variados;
con chocolate caliente de madrugada;
con polares esponjosos prestados;
walking like an egyptian
como niños descarriados...
en compañía de la familia rossonera
que he adoptado.

domingo, 30 de octubre de 2011

Corazón estrujado


Un día un maestro que vio a un niño dando excusas después de una explosión de ira, lo llevó a la clase y, entregándole una hoja de papel, le dijo:
- “¡Estrújalo!”
Asombrado obedeció e hizo una bola...
- “Ahora déjalo como estaba antes”
Por supuesto que no pudo dejarlo como estaba... por más que lo intentó, el papel quedó lleno de pliegues y arrugas.
- “El corazón de las personas”, dijo, “es como ese papel… la impresión que en ellos dejas será tan difícil de borrar como esas arrugas y esos pliegues. Aunque intentes enmendar el error, ya estará marcado”.



El maestro se admiraría: tengo la impresión de que hay por ahí personas con un corazón de seda, en las que basta un simple toque de plancha tibia para borrar sus arrugas. En las que parece que las riñas y los desaires no hagan mella. ¡Qué suerte! ¿Es real? ¿Es innato? ¿Depende de su educación emocional?

O quizás sí que todos los corazones son de papel, en sus diferentes variedades: papel de lija, papel de estraza, papel de carta, papel celofán, papel pinocho, papel vegetal, papel de seda…

¿No será que en el fondo hay personas que luego ponen mucho cuidado en la calidad del planchado?

viernes, 7 de octubre de 2011

Forever young





Descubrí la percusión en una Festa Major d’Arbúcies. Un grupo de batucada montó un espectáculo que me fascinó. En aquel mismo instante supe que yo quería eso, del mismo modo que me atrapó el aerobic cuando hace muchísimos años en La Sedeta me topé con una master-class a ritmo del ‘Forever young’ de Alphaville (Let's dance in style, let’s dance for a while)

‘Ya te veo cada fin de semana saliendo de bolos por ahí’ me dijo mi cuñado ante mi entusiasmo. Me puse a buscar. Envié un email al grupo-revelación pero no recibí respuesta. Y lo dejé pasar (We don't have the power but we never say never)  Hasta que un día oí la llamada de los tambores desde mi torre de marfil. Salí a la terraza y vi al grupo de percusión del pueblo desfilando por el paseo marítimo. Rauda y veloz fui a buscar los prismáticos de otear barcos para escudriñarlos más de cerca… Mi gozo en un pozo!!! La media de edad debía rondar los 14 años?!!! ¡Qué pintaba una ganàpia como yo en medio de tanto chavalín? Y lo volví a dejar. Hasta que hace unos meses la percusión me encontró a mí. Un anuncio en el boletín semanal de la comarca buscaba adultos para ampliar el grupo. Y allá que me fui… (So many dreams swinging out of the blue we let them come true)

Desde mi debut por Sant Joan en las fiestas del pueblo que no he parado. No tocamos batucada (de momento), nuestra especialidad son los ritmes de foc, quizás no tan ‘comerciales’ pero más primitivos, ancestrales, que conectan más con la tierra y elevan el espíritu. La media de edad ha aumentado, pero sigue siendo un grupo joven y fresco (The music's played by the mad men)  Hemos (han, yo todavía no) ganado unos cuantos concursos y nos hemos hecho un hueco entre tanto panorama de corte brasileiro. A pesar de la diferencia de edad somos un grupo cohesionado y divertido (Some are like water, some are like the heat, some are a melody and some are the beat) que me ha acogido inmediatamente. Que me deja sacar el niño que todos llevamos dentro. Y que me ha permitido descubrir las tradiciones de mi entorno y entender a mi tierra y sentirme más aferrada a ella.

Y gracias a ellos, por primera vez, tengo un sentido de pertenencia.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Sequía

Hace meses que no escribo, dos concretamente. No estoy inspirada, y si no estoy inspirada no sé escribir. ¿Son los retazos de las vacaciones que aún (¿?) colean? ¿Es, como dice Adrian Mole, que ‘Happy people don’t keep a diary’? ¿Es el facebook que mató a la estrella del blog?

Como me debo a la legióoooon de seguidores que tengo, ahí va una imagen representativa para este minipost, esperando que la lluvia haga pronto acto de presencia (metafóricamente hablando, claro, que si por mí fuera el sol no dejaría nunca de brillar).




sábado, 30 de julio de 2011

Vestida de nit


Un gesto tan banal como hurgar en el facebook acabó dándome una bofetada vital. La confusión inicial dio paso a la incredulidad ante lo que parecía ser la muerte de un amigo, que acabó confirmándose a medida que trataba de descifrar los escritos que otros amigos iban dejando en su muro en una lengua que no es la mía.

Alguien que conocí en un curso apenas un año atrás. Alguien que me cautivó con su mirada limpia y su sonrisa abierta, a mí, que soy tan difícil de cautivar. Un alma sensible, plasmada en su pasión por la música y los caballos (¿que modo mejor para manifestarse un alma sensible?).

Su inmensa lista de amigos ha disminuido estos días, y supongo que seguirá haciéndolo. ¿Es tan fácil deshacerse del recuerdo de alguien? ¿Sacándolo sencillamente de una lista de ‘amigos’? Se me antoja un acto frío y cerebral. Me niego a hacerlo, sería como deshonrar su recuerdo.

Durante muchos años fui reacia a abrir una cuenta en FB, pero finalmente claudiqué ante la solicitud de un amigo. Nuestro contacto se diluía y pensé que sería una forma de seguir sabiendo el uno del otro. Gracias a eso mantengo el contacto con gente que de otro modo se hubiese perdido. Gracias a eso he podido compartir mi tristeza con la de otros amigos y familiares. Gracias a eso la pena se ha diluido y el recuerdo se ha avivado. Y gracias a eso he constatado que, efectivamente, era alguien muy especial.

Y que no importa el tiempo que haga que conoces a una persona, sino la intensidad del momento. Y que creemos que por ley nos toca llegar a viejos, o a mañana, y no sabemos vivir cada segundo como si fuera el último. Y cuántas cosas se nos quedan por hacer o por decir. Y que la vida siempre se lleva a los buenos…


(He habilitado la opción para que mis amigos puedan publicar en mi muro).
  




Hoy me visto de noche por ti, que me descubriste esta voz. Até já… um beijinho!

lunes, 4 de julio de 2011

Nit a la fresca

Me ha despertado el golpeteo del plástico y el chirriar de la puerta de la terraza mecida por el viento.

Era negra noche y he salido disparada temiendo encontrarme media carpa abajo en la calle y a la urbana llamándome a la puerta. Por suerte no, la carpa está bien anclada a la barandilla y sujeta a la fachada. Pero no las tenía todas conmigo así que me he pertrechado con un polar y una mantita de invierno y me he tumbado en la hamaca agarrada a una pata de la carpa para evitar que saliese volando mientras intentaba conciliar algo de sueño.

La instalé hace dos días, tenía invitados a comer y el parasol no daba para tanta gente. Llevo años soñando con una de esas pérgolas de madera del GreenDesign con cortinitas blancas ondeando al viento y jazmines trepando por los postes cual chill out de playa ibicenca… Ay!!!

El pueblo estaba dormido, en el horizonte las luces de un crucero se dirigían hacia Barcelona con sus pasajeros probablemente durmiendo aún, ajenos a la actividad de la tripulación mientras yo seguía agarrada a mi carpa de plástico ante los restos de la fiesta.

He oído el repicar de las campanas de la iglesia. Y al gallo, que ha cantado más de tres veces. El viento seguía con su azote, el día trataba de despuntar y las nubes se bosquejaban en escala de grises y ocre sobre un fondo marengo. La brisa del alba tenía un leve perfume de rosas que desprendía la mantita, guardada entre jabones. Sin apenas darme cuenta han empezado a cantar los pájaros y el negro de la noche se ha tornado en gris de madrugada gris. Y el viento ha amainado.

Y quién es el guapo que se vuelve a la cama a estas horas ya.


domingo, 19 de junio de 2011

Saudade

Noche bailonguera, tranky desenfrenado, jericho extenuante, boca desecada, corazón desbocado, sueño entrecortado, mañana madrugadora, repaso táctico, marinero indispuesto, salida apurada, equipación verde, boya naranja, nubes grises, mar negro, oleaje intempestivo, barco escorado, rumbo de ceñida, marinero mareado, mayor cazada, escota recogida, rodillas peladas, bíceps agotados, trasluchada rodada, vela flameante, virada ejecutada, spi abortado, marinero vomitero, velero rezagado, comité inquisitivo, prueba no abandonada…

Regata inaugural... puesto final!! :-((


viernes, 10 de junio de 2011

Sau

Hace unos días coincidimos gentes de diferentes disciplinas en un marco incomparable, Vilanova de Sau.

Si ya la zona es mágica de por sí, reencontrar por sorpresa a viejos compañeros hizo que la jornada fuera, además, entrañable, y que rápidamente se estableciese un extraño fluir entre gente diversa.

Aunque la mejor experiencia surgió al atardecer, conduciendo por las sinuosas curvas de la 141d de vuelta a casa, a contrarreloj para que no me pillara la noche ni la tormenta en carretera solitaria.

De repente surgió una imagen más fuerte que mis temores. Llegada a la presa no pude más que parar el coche y bajar a inmortalizar esta vista que estuvo a punto, literalmente, de dejarme sin respiración si no llego a salir de mi ensimismamiento.

Acabó alcanzándome la lluvia, la niebla y la noche, pero el momento valió la pena. Vaya que sí!


martes, 31 de mayo de 2011

Map of the heart

Dice Julie Burchill que sobre el mapa real de cualquier gran ciudad podemos superponer un mapa del corazón. Un mapa de los lugares en esa ciudad que nos han marcado, donde hemos amado, nos han dejado, nos hemos enamorado, hemos llorado...

Mi mapa del corazón late en Gràcia.

En Torrijos, donde empezábamos la noche con los ingleses antes de bajar a la Real.

En Providència, donde el traductor derribó de un plumazo mis introyectos; donde se gestó una velada inolvidable con el vástago del tomate.

En el Canigó, donde compartíamos con Anita torrada amb truita d’espinacs y cervecita entre confidencias después de un Verdi.

En Sant Gabriel, donde una bandada de golondrinas y un cachorrito enfermo sobre un fondo de Bach me robaron el corazón. Donde la urbana truncó nuestro I will always love you y emprendimos la marcha hacia un lugar over the rainbow entre risas y chispas de electricidad recorriendo el cuerpo.

En Sant Antoni, donde compartimos risas, felicidad, lloros, abrazos, anhelos… donde empezó mi proceso de crecimiento.

En Torrent de l’Olla, donde el control no me abandonó mientras el sofá trataba de engullir una caída en espiral.

En Perill, donde Cabaret nos hizo vibrar y Oscar Wilde puso el broche final a su Arte en bruto…

Los lugares cambian, el tiempo pasa.

Los afectos… quedan?


domingo, 15 de mayo de 2011

lunes, 9 de mayo de 2011

Crónica final de la gala de unos Óscars excepcionales y muy originales



Foto final de los nominados / ganadores. De izquierda a derecha:
Òscar, Be Wild, Filadora, Violette, Martí, Xènia, El Veí de Dalt, Àmber, Duchsgel, Commuter, Mainoestard, La RaTeta, Helena, MK, País Secret, Joana y Fra Miquel. En medio, agachado, Paseante. En el sofá, Vida y en el cuadro, Tanguito.
 
El escenario se ha quedado totalmente oscuro. Las largas cortinas de terciopelo, de un color verde pistacho han caído lentamente y reposan a ras del suelo de caoba. El público ha empezado a levantarse y debate, alegre, la entrega de premios. Hay división de opiniones. “Lástima que … no saliera premiada”, se oye decir a unos… “Yo hubiera votado a …” dicen otros”. De repente, sin apenas tiempo para que nadie haya salido de la sala, varias personas que todavía permanecían en sus asientos, emiten un “Ohhhh!” de sorpresa. Se vuelven a encender los focos. El público sorprendido dirige sus miradas al escenario. Algunos, se vuelven a sentar en sus butacas azul cobalto, esperando una suerte de remake del espectáculo.

Desde detrás de las cortinas han aparecido, cada uno por un lado, la encantadora MK y el pachanga del Veí de dalt. Ella va vestida a lo Lara Croft. Él es casi una calcomanía esperpéntica de Indiana Jones; con un salchichón mustio en la mano. “Veí, te dije que cogieras un látigo…”. “Dijiste un fuet…, quién iba a pensar que te referías al de dar azotes…?

MK coge con firmeza el micrófono:

—Ejem..., ha sido una noche larga, llena de sorpresas y de momentos muy emocionantes... Pero no podemos irnos sin darle a nuestro querido Paseante un caluroso aplauso que tanto se merece por la organización de esta maravillosa gala de los Óscars de Blogville.

El público empieza a aplaudir alegremente. Los aplausos van subiendo de tono. Desde el fondo de la sala se empieza a vociferar su nombre dando sentidas palmadas, silbidos y algún aullido ronco. Sin embargo, el Paseante no aparece ni paseando ni arrastrando sus gastadas zapatillas por ningún lado.

MK vuelve a insistir, esta vez con un tono de voz más enfático:

—Paseante, por favor, te rogamos subas al escenario con nosotros. ¡Mira que ya se está haciendo tarde y el Veí empieza a tener hambre!

— ¿A qué tipo de hambre  te refieres, preciosa?
—A las dos, cariño. A parte de la habitual, sé que es la hora de tus potitos de verduras Bledine.

El público continúa aplaudiendo, pero ni rastro del protagonista.

Una voz femenina en off¸ requiere, así mismo, la presencia al escenario del Paseante. Nada de nada. Ni rastro.

El Veí de dalt, para despistar la atención, coge el micro y espeta al público:

­—Quizás esté en el lavabo... Alguien debería ir allí…

Dos miembros de seguridad van a mirar en los lavabos. A los cinco minutos vuelven negando con la cabeza

—Nada.
—¿Habéis mirado en el de mujeres? —añade el Veí, intentando dar al traste con todo el séquito de admiradoras e intentar demostrar lo que él siempre había sospechado: que el Paseante era un travestí.
—Ni en el servicio de caballeros ni en el de damas.

De pronto suena un teléfono. “Es mi smartphone”, dice MK. Se le oye hablar muy cariñosamente con alguien que parece poder dar alguna pista sobre su paradero. MK coge, discretamente, de la mano al Veí de dalt y se van tras las cortinas.

Mientras, el público ya se da por resignado y vuelve, por segunda vez, a desfilar por los pasillos del teatro. De pronto aparece MK con un nuevo y glamuroso vestido plateado (¿cómo puede esta mujer cambiarse de prendas tan rápidamente y que, además, todas se le ciñan perfectamente al cuerpo?) que deja a las mujeres sin respiración y a los hombres bombeando sangre a la entrepierna.

En ese mismo instante empieza a sonar la Banda Sonora Original de "Misión imposible". El público cuchichea entre sí, algunos con expresión divertida, otros con expresión preocupante y, algunos, impacientes, pero discretos. El Veí vuelve dirigiéndose al público les da la buena nueva:

— ¡Ahora sí! Tenemos el gusto de comunicarles que el Paseante ha sido localizado, en...— y sin dejar que acabe la frase, el público le interrumpe, y aplauden todos a la vez, levantados y vitoreando su nombre “¡Paseante, Paseante!”.

Acto seguido surgen de la concha, ahí donde se esconden los apuntadores, los dos niños que, a la par, son presentados como los sobrinitos del bien hallado protagonista, asidos de las manos de éste y MK detrás, en segundo plano. Entonces, MK y el Veí de dalt hacen un aparte y dejan al Paseante con sus sobrinos a cada lado, asidos de sus manos, en medio del escenario. El público estalla en renovados aplausos y vítores. Tierna escena.

La voz en off se hace oír por todo el teatro: “¡Shhhhhhhhh, silencio! Parece que nuestro querido protagonista va a  tomar la palabra...”

— ¡Ejem! Ehhhh, yo...., err, yo..., mmmm, err...

—Va, tío, no te cortes, porfissss— le interrumpe el pequeño Hayden, el que va vestido de color vainilla y le conoce sus arrebatos de timidez.

El faraoncito Nil añade:

    ¡Jopetas, tío, habla..., yaaaaa, que quiero irme a jugar....
    Tío, que esto es más fácil que besar a una chica, vengaaa...—, añade el pequeño Hayden.

El Paseante se arma de valor, se aclara la voz y dice con voz algo temblorosa, pero muy feliz y sorprendido:

—Ejem... Muchas gracias, ehhh, es un honor inmerecido... Errrrr, por primera vez no tengo palabras para agradecer tanto cariño y reconocimiento, errrr, insisto..., inmerecido.

Y se puede ver cómo se le resbalan unas lágrimas por sus mejillas. Está felizmente emocionado, se quita las gafas de plexiglás durante unos segundos y se seca con sus dedos índice y corazón algunas de las lágrimas derramadas.
 —Yo, es que soy un tímido y romántico empedernido... Errr... Os voy a desvelar un secreto. Menos mal que hoy es domingo y no martes, ni tampoco va a correr la sangre... Ejem, todo el rato he estado escondido ahí debajo (señala el sitio donde se pone el apuntador, en la concha), en un baúl lleno de telas preciosas de Damasco, estaba muy cómodo entre las bellísimas vestimentas de esta ópera prima... Desde una rendija podía oír cómo me estabais buscando... Me daba risa, porque el miedo produce risa, y es que ya os he dicho..., errrr, soy muy tímido...

Otra ovación irrumpe su improvisado y encantador discurso...

— Hace unos cuatro años que salí al mundo. Bueno, ejem, es evidente que tengo unos cuantos más, ya lo veis  (risas encubiertas); quiero decir que hace unos cuatro años aparecí en la escena virtual, en el mundo de los blogs. Hasta entonces sólo miraba el mundo al lado del señor gris… (al evocarlo, se le entrecorta la voz), paseando con él por el Turó Park o por el país de la niebla…; ejem; …pero mi verdadero país sois todas vosotras, bueno, vosotras y vosotros…ejem..; quiero decir, que me hacéis vivir en las historias que os cuento y en los comentarios que me dejáis. ¿Qué sería El Paseante sin vuestro cariño? Un cojo en medio de un país yermo… Un ciego en un país de ignorantes… Un anacoreta en una columna del desierto… Hmmm: … Soy feliz. Sí. Aunque os parezca lo contrario o que no sepa expresarlo con palabra claras. ¿Sabéis? Cuando paseo por los rincones de mi Turó Park siempre pienso en alguna de vosotras… Bueno, de vosotras y vosotros. De alguna manera u otra, leeros alimenta mi espíritu y las ganas de superarme.  Sois fantásticas y fantásticos. No cambiéis. Nunca. Porque en mis posts siempre hay algo vuestro que os pertenece; que os quito de vuestra esencia y que intento devolvéroslo con mi mayor energía. Perdonadme si no os alcanzo.  Mis paseos solitarios o en compañía son mi mejor medicina. Ojalá no se acaben nunca…

El público rompe a aplaudir. Las chicas chillan. Algunas lloran. Aunque lo intente ocultar, al Veí también le cae una lágrima que pasa raudo a enjugar con la palma de la mano: “Estos focos que deslumbran…”, dice a MK. Pero ella ya no lo oye. Ya nadie oye nada. Hay un fervor casi místico en la sala. ¿Quizás la avenencia de un nueva religión? Va cayendo el telón. El Paseante recoge una rosa del suelo. La huele. La besa. Y se la lleva al corazón con las dos manos. La ofrece al público. Ruge la marabunta. La lanza al vuelo. La platea es un grito unánime: “¡Paseante, Paseante!”. Todos los ganadores de un oscar lo muestran en alto señalándolo a él. Como si se lo devolvieran. Sus sobrinos lo cogen de la mano y lo llevan hacia dentro. Cae el telón. Y los aplausos siguen durante quince largos minutos.

MK sólo logra balbucear: “Irrepetible. Inolvidable”. El Veí responde: “Cierto: nunca olvidaré tu escote”.


Equipo de Guionistas: Amber, El Veí de Dalt, Filadora y Joana
Equipo de imagen: Be Wild, Commuter, La RaTeta Miquey y Violette
Coordinación: El Veí de Dalt, Filadora y La RaTeta Miquey

PS: Por si no quedaba claro, va por tí, Paseante!

miércoles, 20 de abril de 2011

#metetetussuciaspezuñasdondetequepan

Lo siento, te ha tocado a ti.

Imaginad un tipo estilo el actor Jordi Díaz, pero más delgado y con el pelo canoso, bien recortadito. Guapito de cara, finito, gafitas con montura de pasta de color amarillo y naranja, tejanos de marca descoloridos en su justo punto, camisa de rayas finas azules y deportivas G-star de piel marrón, anillo de oro.

Un tipo madurito, con aire de intelectual, aseado. Va en el tren leyendo el periódico, luego saca su iPhone, se coloca los auriculares blancos, vuelve a hojear el diario… y me lo veo con sus dos pezuñas apoyadas en el asiento de enfrente. Luego, no contento con eso, coloniza con una pata el asiento contiguo. ¡Qué cool el tipo, por Dios! Nen, que ja ets una mica granadet per aquestes coses! Que no t’ha ensenyat educació la mama?

¿Por qué la gente tiene esa necesidad de ensuciar asientos ajenos? ¿El problema radica en que no los consideran como propios, como así debiera ser? ¡A lo mejor es que también ponen los zapatos encima del sofá de su casa!

Y claro, ya nos hemos acostumbrado a que los niñatos campen por sus respetos, pero lo patético que resulta ver a una señora septuagenaria regordeta y paticorta haciendo esfuerzos porque la puntita de su zapato llegue al asiento de enfrente del autobús es algo que no logro entender. Y que su señor marido septuagenario también. sentado a su lado ni se inmute me deja estupefacta.

Recuerdo hace unos años, cuando empezó la moda de las pezuñas sobre los asientos, a un homeless en los FGC que me dejó alucinada. Iba tan feliz con su carrito de la compra y unas bolsas, leyendo un diario ya pasado de fecha, con las piernas estiradas encima del asiento de enfrente ¡y había colocado hojas de periódico debajo!!!

Ale ‘Jordi’, a ver si aprendes, ¿o es que acaso tu no pisas la misma mierda?



domingo, 10 de abril de 2011

Hi ho, hi ho, al campo a trabajar!

Primer fin de semana sin obligaciones desde hace unos meses. La idea era ir de compras, pero con este día veraniego, ¿quién en su sano juicio quiere pasarse la mañana encerrada en un anodino centro comercial a rebosar de gente?

Así pues, cambio de planes. En lugar de eso aprovecharé el solete para hacer la puesta a punto del huerto urbano que estaba en barbecho (o sea, dejado de la mano de Dios) desde el pasado otoño.

Hace dos inviernos convertí cuatro cajas Samla de IKEA en macetas. Les hice dos taladros en la base para el drenaje y las pinté con aerosol de colores (verde, rojo, amarillo y azul) para facilitar la rotación de cultivos en años posteriores. Y me compré una libreta que uso a modo de cuaderno de bitácora agrícola para dibujar croquis con la distribución de los cultivos, anotar fechas de siembra y recogida, y los éxitos y fracasos con la horticultura. Compré un montón de semillas, a ser posible ecológicas, y me puse a hacer mis pinitos.

Es increíble ir viendo cómo de una semillita nacen coles inmensas, pepinos que colonizan media terraza, tomates olorosos o lechugas jugosas… ¡Y sin ningún aditivo! Ya veremos si este año es igual porque la cosecha anterior ha desgastado la tierra y habrá que volver a alimentarla sin pasarse con los minerales. Pero esta temporada anirem per feina: nada de coles, que ocupan mucho espacio y agotan la tierra, ni guisantes, que hay que plantar un montón para tener un puñadito (lástima!), ni pepinos, que salen amargos como te pases del momento de la cosecha… Este año transcurrirá a base de lechugas, tomates y pimientos, que son de lo más agradecido.

Por lo pronto este fin de semana está dedicado al arado, a quitar las malas yerbas que han crecido durante el invierno y remover el sustrato viejo para mullir la tierra, que está muy compactada, y darle porosidad. Como aperos, un rastrillo y mis manos, y venga, ara que te ara: una, dos, tres y cuatro macetas. Un poco de hidratación (para la tierra, yo soy más bien de secano; bueno, si estoy en una terraza, más bien de Martini) y vuelta a empezar. Dejar reposar y continuar con la misma rutina al día siguiente hasta que el sustrato esté bien suelto. Y rellenar con tierra nueva para que las hortalizas tengan comidita fresca.

Llegados a este punto, unos consejos básicos para horticultores urbanitas de tres al cuarto:

1.    Utilizar crema solar con protección alta/muy alta (en función de las  pieles) para evitar el feo look ’guiri-gamba’ los días posteriores a las labores agrícolas.

2.    Usar gafas de sol para evitar tropiezos tontos que dejan feos morados al tratar de entrar de nuevo al piso.

3.    Llevar las uñas cortas para evitar el efecto ‘mecánico de taller’, tan feo en las señoritas (también en los caballeros, por supuesto).

4.    Subir las macetas a una mesa para trabajar cómodamente en lugar de labrar en el suelo, para evitar el feo (y doloroso) efecto ‘Quasimodo’ (llegados ya a una cierta edad).

5.    Practicar la ambidiestralidad para evitar el efecto ‘brazo Nadal’, que también queda feo en las señoritas (aunque se agradece en los caballeros).

Y ya está el huerto preparado para la siembra. Ahora a mentalizarse para dedicarle la atención y constancia que necesita… Suerte que es agradecido!



domingo, 13 de marzo de 2011

Titas, titas, titas!

Subiendo esta semana por un Passeig de Sant Joan renovado, recién pavimentado de un rojo burdeos oscuro, destacándose límpidas las líneas blancas del carril bici recién pintado, el paisaje se afea con 4 adolescentes sentadas en un banco sobre una alfombra de cáscaras de pipas a sus pies.

Y un señor mayor que se les acerca de buenas maneras para instruirles amablemente sobre lo feo de su actitud. Y ellas que se lo miran como si fuera un bicho verde venido de otro planeta, entre risitas estúpidas, mirándose entre ellas con cara de estupefacción, asintiendo a los predicamentos del pobre hombre que les insta a, como mínimo, recoger el esparcimiento después, dándole la razón como se le da a los tontos.

Y yo parada observando la escena a cierta distancia, por si el hombre necesita refuerzos. Y ellas que se dan cuenta de mi presencia y me miran de esa forma boba, buscando mi complicidad, creyendo que simplemente por ser más joven que el honrado ciudadano voy a ponerme de su lado.

La cosa se alarga y yo voy con prisa, así que sigo mi camino y luego me arrepiento de no haber sacado mi móvil para fotografiar la escena, y colgarla después a modo de pasquines por el paseo… Claro que hubiera sido su minuto de gloria. En su simpleza aún les habría hecho gracia.

¡Tanto cuesta arrancar un folio de la libreta de espirales y hacer un cucurucho, como hacíamos en nuestros tiempos!

¡Pobrecitas! Aún no saben que la vida es un boomerang. Que lo que siembras, recoges, ya sean cáscaras de pipas o necedad.

domingo, 6 de marzo de 2011

Peacefulness

Domingo plácido en Barcelona. La maratón ha cortado las calles y los tres días festivos han echado a los barceloneses al monte. O a la playa. ¡Con el peazo día que hace hoy!

Los bailongueros nos reuníamos para amenizar el recorrido a los sufridos maratonianos. Después de unos cuantos pinitos hemos decidido reponer fuerzas con un vermutillo al solete, y luego de vuelta a casa para seguir disfrutando de este fantástico día. He bajado con el bicing por un Passeig de Gràcia insólito un domingo al mediodía: sin apenas tráfico, sin ruido, poblado únicamente por pacíficos guiris guardando colas ordenadas ante los edificios modernistas, cámara en mano.

El viaje en tren igualmente tranquilo, los jóvenes ruidosos deben estar durmiendo la cogorza del carnaval. Enfrente mío se ha sentado un niño autista que quería ver el mar.

Y ya en casa he abierto los balcones de par en par para que la brisa marina inundase la estancia, para poder disfrutar del mar como ese niño, yo que lo tengo tan a l’abast. Y me he servido otro Martini (mini esta vez) y he puesto la música que combina mejor con esta soleada tarde de casi primavera…

domingo, 27 de febrero de 2011

Reina del desierto

Mi reina del desierto va camino de las  estrellas...

Ha sido una semana dura. Curso de posgrado intensivo, 14 horas fuera de casa y mi reina luchando por sobrevivir. Y yo sin poder hacer nada en la distancia, con el corazón encogido al abrir la puerta de casa cada noche por ver si salía a recibirme o no…

No sé si los gatos tendrán 7 vidas, pero ella tuvo una segunda oportunidad. Hace unos años estuve en un tris de sacrificarla tras una hepatitis fulminante que la dejó postrada y sin ganas de vivir. No respondía a nada, rechazaba la alimentación forzada, se dejó ir. Hasta que un día me armé de valor y me dispuse a ayudarla. En momentos así es difícil saber si estás haciendo lo mejor por ellos, no nos dejan ningún testamento vital. Estaba en su camita encima del sofá, puse música de Bach y me preparé, llorando como una Magdalena mientras la acariciaba regándola con mis lágrimas. Le puse un sedante, y mientras, no dejaba de preguntarle, ‘¿quieres seguir aquí o prefieres descansar? Dime qué quieres, por favor’ Podrá parecer extraño, pero me respondió. Empezó a lamerse el hocico. ‘¿Quieres comer???’ Le acerqué un yogur de fresa, su favorito, y empezó a lamerlo con fruición. Y paré el plan. Ese momento cambió mi relación con los animales.

Pero ayer fue distinto. Su hermana, que la aseaba cada día limpiándole los restos de lata del hocico, dejó de dormir a su lado. No podía incorporarse ya y la respiración se modificó. Era el final, pero esta vez no se dejaba ir, tenía obsesión por la comida y trataba de incorporarse en vano. Aún así, sabiendo que la respuesta era obvia, volví a preguntárselo. Y esta vez acercó su cabeza a mi mano para acariciarse con ella. Así que volví a pasar ese mal trago otra vez. La sedé y eso fue suficiente para que se fuera en paz.

Es extraño el vacío que dejan, pero es que son animais de estimação, como nos enseñó Rui. Isabel se hará cargo de ella. Compraré una caja Samla en IKEA, a juego con mi huerto urbano, y la pintaré de color fucsia, como no podía ser de otro modo. Y allí descansará, en la terraza en la que tanto le gustaba retozar al sol. Y allí plantaré flores y se convertirá de nuevo en vida. Como dijo delagranja: ‘el cielo está lleno de gatos felices’


PS: Neutro, adoro ese corazón tuyo. Tu 'Priscilla Coconut Delight' me ha emocionado.