domingo, 6 de marzo de 2011

Peacefulness

Domingo plácido en Barcelona. La maratón ha cortado las calles y los tres días festivos han echado a los barceloneses al monte. O a la playa. ¡Con el peazo día que hace hoy!

Los bailongueros nos reuníamos para amenizar el recorrido a los sufridos maratonianos. Después de unos cuantos pinitos hemos decidido reponer fuerzas con un vermutillo al solete, y luego de vuelta a casa para seguir disfrutando de este fantástico día. He bajado con el bicing por un Passeig de Gràcia insólito un domingo al mediodía: sin apenas tráfico, sin ruido, poblado únicamente por pacíficos guiris guardando colas ordenadas ante los edificios modernistas, cámara en mano.

El viaje en tren igualmente tranquilo, los jóvenes ruidosos deben estar durmiendo la cogorza del carnaval. Enfrente mío se ha sentado un niño autista que quería ver el mar.

Y ya en casa he abierto los balcones de par en par para que la brisa marina inundase la estancia, para poder disfrutar del mar como ese niño, yo que lo tengo tan a l’abast. Y me he servido otro Martini (mini esta vez) y he puesto la música que combina mejor con esta soleada tarde de casi primavera…

1 comentario:

el paseante dijo...

La veritat és que avui donava gust Barcelona. Jo he anat caminant de Gràcia al Fòrum amb una amiga (amb paradeta a la platja per gaudir del sol i del silenci). Ja arriba el bon temps.