domingo, 24 de noviembre de 2013

Instant




Obrint-nos camí, passet a passet, lentament
entre la multitud,
les teves mans guiant suaument les meves espatlles,
el teu cap fregant tímidament el meu cabell,
les meves mans
dissimulant les ganes
jugant fugisserament amb la càmera,
el meu cos prenyat de la teva proximitat,
la meva ment
borratxa de sensacions
mirant d’absorbir com una esponja
la màgia del moment...
agraint a la gentada l’eternitat d’aquell instant

I en sortir de la riuada,
deslligant-nos a poc a poc, lentament,
l’esvaïment de l’encanteri

lunes, 17 de junio de 2013

Acambalachous




Han pasado ya unos días, pero sigue perdurando en mí el espíritu acambalachero. El recuerdo de las horas pasadas en un rincón de La Franja entre gente abierta, acogedora y cálida. El primer bolo ‘allende fronteras’ que me ha sumido en la magia y el ensueño de un grupo de idealistas infectados por el virus del circo.

Días que de un plumazo han roto con la rutina, han desencorsetado la mente y han liberado mi cerebro límbico dejando escapar emociones intensas, primitivas, contradictorias. Días compartiendo espacio y cotidianidad con el resto de participantes.

Con el incombustible Richi, con Torri y Eli, las almas del festival.
Con Panchita voladora recién aterrizada y el veterano Pepe corriendo caminos. Con las cabras éticas, perléticas y pelambréticas y los cabritillos peludos, pelambrudos y pelapelambrudos de Mario. Con la Compañía que tu me haces de Iñaki y el monje empalmado. Bailando Tango con grelos. Haciendo equilibrios con vallas y guitarras. Lanzando diábolos endiablados. Rodando ruedas traicioneras, extasiados con la destreza de Marcos y sobrecogidos por su entereza y la discreción de Pandora, la contorsionista rescatadora.

Con las notas salidas del Agua y la Tierra de Isaac y Naghí, en una tarde de almas limpias, túnicas sedosas, espíritus danzantes, didgeridoos imposibles, cuencos níveos y vibraciones armoniosas, todos hermanados alrededor del árbol, sobre la hierba verde.

Con el trío palindrómico de gemelas trapecistas y pollitos de colores haciendo el ganso.

Con masajes capilares y amores digitales entre solitarios carrouseles que me devolvieron la serenidad.


lunes, 18 de marzo de 2013

Slow driving

Sábado muerto, sin nada que hacer. El tiempo tampoco acompaña y no hay ánimos para salir a fabricar endorfinas. Empezar un libro y encontrarlo poco después desparramado en el sofá al despertar de una siesta a destiempo. Pulular por casa sin nada concreto que hacer, recogiendo ropa, reorganizando papeles, acabando flecos, llenando minutos… Ir al ordenador y repasar facebook, twitter y correo, y vuelta a repasar facebook, twitter y correo, y caer en la cuenta de que los contactos deben tener un sábado tan muerto como el tuyo. Transcribir una coreo supone un largo respiro. Preparar ya tarde un plato de pasta rápida y volver a despertar en el sofá con la enésima repetición del mismo informativo… Por suerte la mañana del domingo está planificada y ya quedan pocas horas para acabar con este mal sueño. Una peli y a dormir.

Domingo. Suena fuerte la lluvia en el limbo entre el sueño y el despertar, pero parece que amaina. Por fin un nuevo día. Aroma de café, crujir de cereales, ducha caliente, crema hidratante, uniforme impecable, colorete sonrosado, sombra de ojos oscura, labios brillantes, perfume afrutado... Vuelve a llover. Teléfono. ¡Uy!  Mañana anulada. Horror ante la perspectiva de otro largo día por delante como el de ayer. Me desmaquillo a lo Glenn Close en ‘Amistades peligrosas’ con la misma sensación de vacío y decido ponerme el pijama otra vez y volverme a la cama. Qué mejor que unas horas de sueño para sedar el dolor del vacío. Despierto a mediodía y entra el wasap de un ángel para salvarme, y resulta que la salvación es mutua.

Carretera y manta. A la aventura. Ha parado de llover y el cielo empieza a abrirse, como mi estado de ánimo, que se le ha adelantado ya hace rato. Y todo fluye, la conversación, la música, la carretera. Y su conducir pausado acompasa mis revoluciones, la música suave se presta a las confidencias, las curvas sinuosas contonean mis emociones. Y así pasan las horas, entre miradas brillantes, recuerdos de juventud, realidades presentes y proyectos de futuro. Y la hora azul nos pilla en la playa. Y la oscuridad ya de vuelta a casa. Dos almas gemelas que no quieren abocarse a la soledad y deciden hacerse compañía.

¿Te gusta conducir?

 

martes, 26 de febrero de 2013

Mari Trini




La Mari Trini de rodalies, la llamo yo.
Siempre sube en el Clot, siempre viste de negro,
pantalón, bambas, jersey de cuello alto y chupa de ‘cuero’.

Siempre pertrechada con su guitarra también negra
y cada día más desafinada,
cargando invariablemente la funda cruzada a sus espaldas.

Siempre cantando boleros
con una voz que se adivina melodiosa en otros tiempos
y una mirada azul largamente perdida
en algún lugar recóndito de su mente.

No puedo evitar un sentimiento de ternura siempre que la escucho
mientras avanza pequeña y tambaleante
abriéndose paso por el tren en movimiento.

Pienso en las circunstancias que la habrán llevado a esta vida,
un amor desgarrador, quizás, a juzgar por los boleros.
Pienso en la interesante e intensa vida
que seguramente alberga su menudo cuerpo.

Siempre le doy una moneda que acepta feliz
anticipando ves a saber qué placeres.
Siempre pienso que quién sabe
lo que la vida nos deparará en algún momento…

 

sábado, 16 de febrero de 2013

Donde dije digo, digo Diego




Pues si, he empezado a correr. Hace apenas un año que despotricaba del running y ahora me he visto inmersa en él. Y no es moco de pavo: me voy  a estrenar con la Mitja Marató de BCN… y además tocando el timbal!!! ¿Me he vuelto majara? No lo sé, lo que sí sé es que la vida vale más la pena con un puntito de locura…

La idea surgió tras una actuación como grupo de animación en la Marató de BCN del año pasado. Alguien lanzó la idea de volver al año siguiente, pero esta vez corriendo con los tambores… y lo que pareció una poca-soltada se está convirtiendo en realidad. Vamos a empezar por la Mitja, pero ya me veo el año que viene haciendo la ‘Entera’. Llevamos entrenando desde noviembre y aún no le he encontrado el gustillo a esto de correr… y no sé si se lo encontraré alguna vez. Pero este reto es tan esbojarrat que había que lanzarse a él.

Evidentemente sería casi suicida pretender hacerla entera, así que nos iremos relevando, cada uno según su preparación física. El cap de colla, como debe ser, marcará un hito y se la zampará enterita, yo seré más comedida.

No ha sido fácil cambiar el placer de caminar por la obligación de correr; el salir a media mañana a tu aire, con el solecito, por las salidas matutinas o vespertinas con otros miembros del grupo, con frío, aire y lluvia. No ha sido fácil adaptarse al tambor, al peso, al movimiento, a los golpes… casi tiro la toalla el primer día que me lo colgué. Ni aceptar nuestros diferentes ritmos de entrenamiento. Pero el compromiso con el grupo es más fuerte que mi flaqueza, es lo que me ha obligado a salir a entrenar, lo que me ha dado fuerza para seguir dando otro paso más cuando me preguntaba que qué demonios estaba haciendo ahí.

Y lo pasaremos genial. Mañana será un día muy emocionante, que se pasará en un santiamén después de todas estas semanas trabajando, y que pienso disfrutar segundo a segundo. Será un fantástico día para recordar, y ¿quién sabe? quizás instauremos una nueva modalidad olímpica…