martes, 26 de febrero de 2013

Mari Trini




La Mari Trini de rodalies, la llamo yo.
Siempre sube en el Clot, siempre viste de negro,
pantalón, bambas, jersey de cuello alto y chupa de ‘cuero’.

Siempre pertrechada con su guitarra también negra
y cada día más desafinada,
cargando invariablemente la funda cruzada a sus espaldas.

Siempre cantando boleros
con una voz que se adivina melodiosa en otros tiempos
y una mirada azul largamente perdida
en algún lugar recóndito de su mente.

No puedo evitar un sentimiento de ternura siempre que la escucho
mientras avanza pequeña y tambaleante
abriéndose paso por el tren en movimiento.

Pienso en las circunstancias que la habrán llevado a esta vida,
un amor desgarrador, quizás, a juzgar por los boleros.
Pienso en la interesante e intensa vida
que seguramente alberga su menudo cuerpo.

Siempre le doy una moneda que acepta feliz
anticipando ves a saber qué placeres.
Siempre pienso que quién sabe
lo que la vida nos deparará en algún momento…

 

sábado, 16 de febrero de 2013

Donde dije digo, digo Diego




Pues si, he empezado a correr. Hace apenas un año que despotricaba del running y ahora me he visto inmersa en él. Y no es moco de pavo: me voy  a estrenar con la Mitja Marató de BCN… y además tocando el timbal!!! ¿Me he vuelto majara? No lo sé, lo que sí sé es que la vida vale más la pena con un puntito de locura…

La idea surgió tras una actuación como grupo de animación en la Marató de BCN del año pasado. Alguien lanzó la idea de volver al año siguiente, pero esta vez corriendo con los tambores… y lo que pareció una poca-soltada se está convirtiendo en realidad. Vamos a empezar por la Mitja, pero ya me veo el año que viene haciendo la ‘Entera’. Llevamos entrenando desde noviembre y aún no le he encontrado el gustillo a esto de correr… y no sé si se lo encontraré alguna vez. Pero este reto es tan esbojarrat que había que lanzarse a él.

Evidentemente sería casi suicida pretender hacerla entera, así que nos iremos relevando, cada uno según su preparación física. El cap de colla, como debe ser, marcará un hito y se la zampará enterita, yo seré más comedida.

No ha sido fácil cambiar el placer de caminar por la obligación de correr; el salir a media mañana a tu aire, con el solecito, por las salidas matutinas o vespertinas con otros miembros del grupo, con frío, aire y lluvia. No ha sido fácil adaptarse al tambor, al peso, al movimiento, a los golpes… casi tiro la toalla el primer día que me lo colgué. Ni aceptar nuestros diferentes ritmos de entrenamiento. Pero el compromiso con el grupo es más fuerte que mi flaqueza, es lo que me ha obligado a salir a entrenar, lo que me ha dado fuerza para seguir dando otro paso más cuando me preguntaba que qué demonios estaba haciendo ahí.

Y lo pasaremos genial. Mañana será un día muy emocionante, que se pasará en un santiamén después de todas estas semanas trabajando, y que pienso disfrutar segundo a segundo. Será un fantástico día para recordar, y ¿quién sabe? quizás instauremos una nueva modalidad olímpica…